17.4.07



1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por enviarme la información, me es muy difícil acercarme por ahí los viernes y de otro modo, no me hubiera enterado.
La excursión a Peñablor estuvo muy bien y sobre todo, vimos y comprendimos que, para que un árbol como una encina, coscojo o sabina nos de un poco de sombra, tienen que transcurrir la friolera de 50 ó 60 años, para que después, se talen sin ningún remordimiento.
No pudimos quedarnos a la tarta, pues había deberes que hacer.
En otra ocasión será.
Un saludo,

Marisol