EL
EBRO NO SE TOCA
La Comisión de Medio Ambiente del Senado ha aprobado, con los
votos del Grupo Popular, y con los votos en contra de los restantes grupos
políticos el dictamen al proyecto de Ley de Evaluación Ambiental, que también
recoge el memorandum Tajo-Segura y dos
disposiciones adicionales que dejan la puerta abierta a los trasvases.
En estas dos disposiciones se favorece la cesión de derechos de
aguas intercuencas, algo que la ley actual restringe a casos
excepcionales. No serían las Confederaciones, ni las Comunidades Autónomas quienes
decidirían. Tampoco serían el Congreso y
y el Senado. Sería la Dirección General del Agua la que autorizaría
directamente estas cesiones. Se hace además de forma urgente y oculta en
una Ley que no tiene que ver con el agua, a sabiendas que Europa, en los dos
próximos dos meses, va a reformar la Directiva que hace referencia a la
Evaluación ambiental
Como se señala desde la
Fundación Nueva Cultura del Agua, el Partido Popular cambia las reglas del
juego en materia de agua por la puerta de atrás, sin debate ni participación
pública .De hecho esto supones
modificaciones muy importantes a la Ley de Aguas y al Plan Hidrológico Nacional que
les permitiría desarrollar:
Una Agencia Nacional o ADIF del Agua que centralice las decisiones de la planificación y asignación del agua por encima de las confederaciones hidrográficas y las comunidades autónomas. Un banco nacional del agua en el que los usuarios, principalmente regantes, puedan venderse los derechos entre diferentes cuencas, posibilitando trasvases privados de agua. Una red de “autopistas del agua” con capital preferentemente privado, que eufemísticamente sustituiría el polémico término “trasvase”.
Estos cambios realizados permitirían, por ejemplo, autorizar un trasvase desde el Ebro sin ningún acto legislativo adicional y profundizan el modelo productivista hidráulico y neoliberal que está en la base del deterioro generalizado de los ríos y acuíferos en España y que es diametralmente opuesto a los objetivos, principios y enfoque ambiental y participativo de la Directiva Marco del Agua.
Una Agencia Nacional o ADIF del Agua que centralice las decisiones de la planificación y asignación del agua por encima de las confederaciones hidrográficas y las comunidades autónomas. Un banco nacional del agua en el que los usuarios, principalmente regantes, puedan venderse los derechos entre diferentes cuencas, posibilitando trasvases privados de agua. Una red de “autopistas del agua” con capital preferentemente privado, que eufemísticamente sustituiría el polémico término “trasvase”.
Estos cambios realizados permitirían, por ejemplo, autorizar un trasvase desde el Ebro sin ningún acto legislativo adicional y profundizan el modelo productivista hidráulico y neoliberal que está en la base del deterioro generalizado de los ríos y acuíferos en España y que es diametralmente opuesto a los objetivos, principios y enfoque ambiental y participativo de la Directiva Marco del Agua.
De hecho, todo este proceso de privatización de las aguas del Ebro
ya se ha iniciado con el Plan de Cuenca recientemente aprobado en los meses
pasados.
Para trasvasar hace falta
regular y de ahí que en esa Plan del Ebro se aprobasen 79 nuevos embalses de
los que se pagan un 80% por el erario público, es decir, por
todos los ciudadanos.
A medio plazo se plantea consumir el 50% de las aguas circulantes por el Ebro. El supuesto
otro 50% que iría al mar sería el objeto de deseo del Ministerio y los regantes
de Valencia y Murcia.
Pero, frente a aquellos que machaconamente dicen lo contrario, el
agua no se pierde en el mar. El río necesita agua, la calidad de las aguas
circulantes necesita agua, los ecosistemas acuáticos necesitan agua y el mar Mediterraneo necesita que le llegue agua dulce en cantidad
y calidad. Agotar o disminuir excesivamente estos caudales ; nos lleva a gastar
mucho dinero en restaurar los daños ambientales provocados por especies invasoras , concentración de
contaminantes , proliferación de especies que afectan a la salud humana…Y todo
ello en un escenario en que ya estamos teniendo ya un 20% menos de caudales
respecto a décadas pasadas debido al cambio climático y que a su vez condiciona largos periodos de sequía .Y el Ebro,
contrario a lo que dice la copla, ya
está cansado de guardar silencio
El precedente del
trasvase Tajo- Segura es un pésimo ejemplo para la cuenca del Ebro.
Con la firma del memorándum y su inclusión en la ley de evaluación ambiental
hace muy difícil la derogación de esos
derechos .Si en otro momento posterior se quisiera dar marcha atrás, el
Sindicato de Regantes Tajo- Segura. estima que habría que realizarles una
compensación económica de diez mil millones de euros.
Los derechos de las aguas y los ríos quedan en manos de
particulares que hacen negocio con ella
. La situación se va pareciendo al cien por cien al ejemplo ultraliberal chileno donde su
Constitución, impuesta por el dictador
Pinochet, contempla la privatización de todos sus ríos con la diferencia
de que los artículos de la
Constitución española y su
desarrollo en la Ley de Aguas en donde
se habla del carácter público de sus aguas y su entorno, se arrasan con estas medidas unilaterales y
ultraliberales del PP
El jueves 21 se vota en el Congreso la ratificación de esta ley
que dará vía libre a los trasvases en el Ebro y en donde esperamos muy poco de los parlamentarios
aragoneses del PP que aunque, tuvieran alguna actuación contraria a dicha
aprobación, seguirán al día siguiente
apoyando las políticas de su partido. De su socio de gobierno, el PAR, esperamos que además de su posicionamiento en
contra, no siga con sus apoyos a Mª Fernanda Rudi en el Gobierno de Aragón.
A la sociedad civil y al resto de partidos no nos queda otra
salida que reeditar la oposición que hicimos hace doce años .Y porque el Ebro
no se toca.
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