Por quinto año consecutivo se cumplió con éxito la Marcha Nocturna " Luna Esteparia " entre Torrecilla de Valmadrid y Zaragoza. 24 kilómetros de sensaciones.
Salimos de Zaragoza a las 7 de la tarde y en pocos minutos remontábamos la Val de La Concepción desde La Cartuja Baja. Pudimos apreciar la belleza y singularidad de este lugar así como las amenazas de los polígonos industriales y los vertederos de todo tipo que se asientan a uno y otro lado de la val. Llegamos a Torrecilla de Valmadrid donde nos esperaban Manolo, Juan y Ramón, vecinos de este lugar tan diferente a la gran ciudad a la que pertenece administrativamente. Manolo Lou nos guió por el maravilloso parquecito de La Balsa, "Naturaleza y recursos en el secano aragonés" como reza en el dintel de la puerta de acceso, que este año estrena nuevos detalles para conocer mejor nuestro entorno. Os invito a que difundáis la belleza de este lugar entre vuestros amigos y que los invitéis a conocerlo.
Como es tradición se dió lectura al manifiesto por el Parque Estepario Sur de Zaragoza, dando cuenta de los retrocesos habidos en este año: Se permutaron 150 has de la Cabañera Real junto al PTR para ampliar el futuro vertedero de Zaragoza; se han recalificado 412 has de Suelo Especialmente Protegido para ampliar el Polígono Empresarium; nuevos parques eólicos con sus líneas de evacuación; inicio de las obras de traida de agua desde el embalse de Las Torcas a Valmadrid para las nuevas urbanizaciones.
Como avance destacar que el Ayuntamiento de Zaragoza aprobó en el mes de junio una resolución presentada por IU por la que todos los grupos se comprometen a desarrollar lo previsto en el PGOU para la puesta en marcha del Parque Estepario y a contactar con el resto de municipios incluidos en la Red Natura 2000.
A las 20,30 h iniciamos la marcha seguidos por el coche de apoyo con el que Ramón y Juan nos mantenían surtidos de agua ya que el calor en las primeras horas se dejó notar. Vistas espectaculares del atardecer en la estepa jalonaban el camino hasta llegar al balcón de Torecilla en el que nos tomamos el primer respiro. Llaneando por la Plana cientos de molinos nos mantenían ventilado el lugar con su girar persistente. Pronto las luces azules del horizonte dieron paso a la noche que se adornaba con farolillos rojos de un tintineo pausado, casi hipnotizante.
En el cruce con el camino de Fuendetodos nos esperaba José Antonio con otro vehículo de apoyo y más agua para sofocar la sed y el calor. Un poco de cena y de repente la Luna llena asoma entre las nubes bajas que tapan el horizonte. En unos minuto luce completa entre los molinos. Foto por aquí y foto por allá y continuamos la marcha.
Bajada del Barranco del Montaés y parada en la Paridera de Gómez. Reponemos fuerzas por última vez antes de emprender el tramo final. Pronto vemos Zaragoza, ahora convertida en miles de luces y sombras, sin poder apreciar dónde empieza y dónde acaba. A poco más de las 2,30 h de la madrugada llegamos y abrimos el cofre del tesoro: dos sandías rojas, un melón de piel de sapo, torta y moscatel. ¿Qué más quiere el caminante para acabar una hermosa noche? Hasta la próxima.
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